Durante esta pandemia del COVID-19, los servicios de salud, especialmente hospitalarios, se han visto presionados de manera constante, comprometiendo de manera alta la capacidad instalada de hospitalización de la disponibilidad de camas de cuidados intensivos, indicó el doctor Mario Ruiz Cubillo, gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Ruiz informó que a partir de mediados de noviembre a la fecha se ha observado una alto ocupación llegando en un momento a que la institución estuviera al tope de las camas UCI críticas, en las cuales la institución cuenta con los últimos recursos para salvar la vida de personas en estado de inminente muerte.
La institución ha insistido en el llamado a la prevención precisamente para no tener que llegar a este punto en donde la capacidad instalada de camas pueda ser superada por la demanda de pacientes que urgen de esta atención, afirmó el gerente médico.
Dinámica en la ocupación hospitalaria
Como parte de las sesiones de análisis de situación que realiza la CCSS se ha identificado que transcurren en promedio quince días a partir del momento de contagio de una persona hasta que esta requiera hospitalización y que la demanda de servicios de internamiento para a prevalecer en promedio 18 días en unidades de cuidado intensivo y 10 días en hospitalización general, explicó Luis Diego Chacón Gómez, del Área de Estadísticas en Salud y CCO central de la CCSS.
Por la tanto, la intensidad de la demanda de servicios hospitalarios será consecuente con la intensidad de los contagios que se presenten, explicó el funcionario.
“Esto provoca un comportamiento dinámico implicando en diferentes momentos, que se presente una alta demanda de servicios hospitalarios y en otros se observe una estabilización en la ocupación de estos servicios”.
Esta dinámica de ocupación genera fluctuaciones de ocupación hospitalaria las cuales pueden darse en cuestión de horas en el transcurso de un mismo día, dijo.
En el mes de diciembre, se ha registrado en promedio el ingreso diario de 22 personas a las unidades de cuidado intensivo, explicó el especialista en estadística.
Cuidados intensivos: camas críticas y severas, un recurso escaso
Las unidades de cuidado intensivo (UCI) se caracterizan por requerir de recurso humano especializado y equipo médico de alta complejidad, no obstante, un paciente que requiera de este tipo de atención de acuerdo con el grado de severidad de la enfermedad por covid-19, puede requerir atención de cuidado crítico o de cuidado severo.
Esto marca una diferencia en el tipo de cama y su respectivo equipamiento dentro de una UCI, explicó Chacón.
El médico intensivista Marco Boza, del hospital Calderón Guardia, explicó que las camas UCI de cuidado severo cuentan con equipamiento para el abordaje de pacientes covid-19 con una condición grave en la que han perdido en algún grado la funcionalidad de órganos como pulmones, cerebro, hígado, riñones, circulación, trastornos metabólicos, entre otros.
Algunos pacientes pueden evolucionar con riesgo inminente de perder la vida y requerir soporte de sus órganos más especializado que sólo se dispone en las camas críticas, razón por la cual estas camas tienen un equipamiento adicional multiterapéutico, para soporte renal, hemodinámico, entre otros, además de personal médico y de enfermería exclusivamente, detalló el médico intensivista.
El doctor Mario Ruiz destacó que, una cama de cuidado severo y crítico está determinada no solo por el equipo médico y demás recursos de equipamiento, sino muy especialmente por un recurso altamente especializado.
En el caso de las camas severas, los pacientes son abordados por médicos especialistas apoyados por un médico de intensivos; en tanto, en las camas críticas la atención médica se da exclusivamente por un médico especialista en cuidados intensivos y cada paciente requiere exclusivamente una enfermera especializada en cuidados intensivos las 24 horas.
En la CCSS se cuenta con 35 profesionales intensivistas en todo el país.
Según registros de la CCSS, del corte al sábado 19 de diciembre a las ocho de la mañana se contaba con 15 camas UCI críticas libres y se alcanzó el tope en horas de la noche. La institución amaneció con 4 camas libres el 20 de diciembre. En cuestión de horas el panorama había cambiado drásticamente.
Para el sábado 26 de diciembre, se disponía de 33 camas UCI críticas libres, sin embargo, ocho de estas se encontraban bloqueadas. Y ayer lunes 28 de diciembre, se disponía de 22 camas UCI críticas libres y cinco no disponibles.
La institución anunció que la meta máxima son 359 camas de cuidado intensivo. Actualmente cuenta con 341 habilitadas, de las cuales 5 son cuidado crítico pediátrico y 109 de cuidado crítico para adulto. Al corte del medio día, de este lunes, había 82 camas UCI críticas adultos ocupadas, lo que significa una ocupación del 80%.
La restantes son 227 camas UCI severas, que representan una ocupación del 63% (147 camas ocupadas).
La estrategia de ampliación de capacidad de camas de la CCSS se desarrolla de acuerdo a las necesidades que se van presentando de atención, la disponibilidad de recursos humanos especializados y el equipamiento.
Existen distintas circunstancias por las cuales una cama UCI crítica pueda estar no disponible en algún momento. Por ejemplo, cuando se da contaminación por microorganismos que generan infecciones intrahospitalarias peligrosas; el deterioro de equipo médico, falla en los conductos de gases medicinales, por tareas de mantenimiento preventivo o correctivo y falta de recurso humano, sea por enfermedad, fallecimiento, inopia o vacaciones, ha expresado la doctora Yerly Alvarado Padilla, asesora de la gerencia médica.
Respuesta ante pandemia con enfoque institucional
Frente a la pandemia la CCSS potencializó la organización de los servicios red para establecer una respuesta desde el enfoque institucional, con esto se rompe el paradigma de que una persona es atendida en un lugar específico de acuerdo a su lugar de adscripción, para recibir los servicios de hospitalización donde están los recursos disponibles, ha citado el doctor Mario Ruiz Cubillo.
“Este se convirtió en una fortaleza frente a emergencia covid-19 pues no se depende de la capacidad individual de un centro hospitalario, sino de la capacidad a nivel institucional. Por ejemplo, Ceaco recibe pacientes de todo el país, un paciente de Limón puede ser atendido en el hospital México, alguien de Pérez Zeledón recibe los cuidados en el Calderón Guardia. La pandemia ha evidenciado que la Caja es una sola”, mencionó el gerente médico.
El gerente médico reiteró el llamado de que “esto no es un asunto de camas hospitalarias, sino de evitar que las personas se enfermen. Cada uno debe asumir su cuota responsabilidad solidaria de cuidarse y proteger a los demás con lavado de manos, uso de mascarilla, distanciamiento, preferir celebrar con la familia con la que convive, evitar actividades sociales y los sitios donde hay muchas personas donde no se puede guardar la distancia, entre otras medidas sanitarias”.