La atípica temporada de lluvias que afectó la región centroamericana el año anterior, por efecto de los huracanes Eta e Iota, no representa un riesgo para el abastecimiento de frijol en nuestro país.
Por eso platillos típicos como el Gallo Pinto, la sopa negra o el Rice and Beans se podrán consumir con normalidad en la mesa de los costarricenses.
Dichosamente las lluvias no afectaron las cosechas de frijol negro, sin embargo, la cosecha de frijol rojo se vio disminuida entre un 10% y un 15%. Esta situación ha provocado un alza en el precio del grano a nivel de fincas, principalmente porque las cosechas de frijol rojo en el resto de Centroamérica si tuvieron una afectación muy grande. Pese a lo anterior, se estima que el valor comercial regresará a la normalidad en los próximos meses cuando esté disponible la cosecha de marzo-abril, las más grandes del año en la región.
“Costa Rica puede estar tranquila de que hay frijol suficiente para cubrir las necesidades del país, especialmente en tiempos donde el consumo ha ido aumentando. Quizás por estar más tiempo en casa, hay que aprovechar estos espacios para retomar la comida casera en la dieta de las familias”, comentó Mauricio Corrales, Director de Operaciones en Frijoles Don Pedro.
Nelson Benavides, presidente de la Asociación de Productores de Chánguena, comentó que se tomó la previsión de sembrar una cantidad mayor del grano a la acostumbrada. Esta situación contribuyó, a que, pese a las fuertes lluvias, se tenga la cosecha usual que ronda entre 5.000 y 6.000 quintales de frijol.
“Este año hemos tenido una problemática con las lluvias, pero hemos sembrado un poquito más y consideramos recolectar la cantidad que siempre hemos tenido. Contamos con el apoyo de Frijoles Don Pedro con la compra del grano para que los productores salgan avante y puedan comercializar el producto”, aseguró Benavides.
Frijoles Don Pedro ha garantizado la compra de frijol a cerca de 70 familias de la zona sur, donde estará ejecutando compras por mas de ₡80 millones en estos primeros meses del año.
Durante la pandemia, el consumo mensual aumentó en cerca de 25.000 kilogramos. Cada mes los costarricenses consumen cerca de 4 millones de kilogramos de frijoles.