En una nueva acción conjunta de autoridades costarricenses y de países amigos, el crimen organizado internacional sufre un nuevo revés al perder tonelada y media de cocaína.
La operación inició en horas de la noche del pasado 2 de noviembre, cuando una fragata del Guardacostas de Estados Unidos realizaba un patrullaje preventivo en aguas del Pacífico, gracias a lo cual detectaron una embarcación pesquera de 38 pies de largo, de nombre Faustino I con matrícula de Golfito PG-9758.
En ese momento las autoridades costarricenses recibieron una alerta sobre esa misma embarcación, por lo que hicieron una solitud a las autoridades estadounidenses para que realizaran una custodia hasta un punto específico a unos 65 kilómetros de la entrada del Golfo Dulce en el cantón de Golfito, Puntarenas.
En esa ubicación la nave fue entregada a oficiales del Grupo de Operaciones Especiales del Servicio Nacional de Guardacostas.
Ellos la trasladaron la madrugada de este viernes hasta el muelle de Golfito, donde agentes del OIJ estaban a la espera para realizar una revisión detallada del pesquero.
En esta inspeccion se logró constatar que la embarcación presentaba irregularidades en el interior de su casco, pues presentaba lo que se conoce como un doble fondo, en donde transportaba aparentes sustancias ilícitas.
Al finalizar la revisión, el OIJ determinó que a bordo de la nave se encontraban ocultos 1.500 kilogramos de clorhidrato de cocaína repartidos en 75 bultos.
Los tripulantes de la lancha capturada son cuatro costarricenses de apellidos Méndez de 46 años, Miranda de 40 años, Walsh de 42 años y Umaña de 25 años, quienes quedaron a las órdenes del Ministerio Publico. También se procedió con el decomiso de la embarcación.