El Banco Central de Costa Rica (BCCR), en la presentación de su Informe de Política Monetaria, anunció una significativa revisión al alza de sus proyecciones de crecimiento económico para 2021 (5,4%, comparado con 3,9% en su proyección de julio pasado) y para 2022 (4,5%, en contraste con 3,7% anteriormente).
¿A qué se debe esta mejoría?
El informe destaca que la actividad económica nacional ha continuado fortaleciéndose, luego de la caída registrada en el 2020 como consecuencia de la crisis por la pandemia.
Las cifras disponibles indican que la producción habría alcanzado el nivel prepandemia en el tercer trimestre del 2021, uno antes de lo previsto. La mayoría de las actividades ya sobrepasaron el nivel que tenían antes de la pandemia. Las más rezagadas en su recuperación son las vinculadas al turismo, que fueron justamente las más golpeadas por la crisis sanitaria.
Y entonces, ¿qué pasa con el empleo?
Este mejor desempeño de la producción se ha manifestado también en el mercado laboral, cuyos principales indicadores han mejorado, aunque a un ritmo más lento que la recuperación en la actividad económica.
Este es un fenómeno –el de un repunte del mercado laboral rezagado frente al de la producción– que se ha repetido en muchos países. Ante la incertidumbre generada por la crisis sanitaria, algunas empresas han sido cautas en recuperar sus niveles de empleo prepandemia, y han ajustado su actividad a formas de producción menos intensivas en el uso del factor trabajo.
También, algunas de las actividades más golpeadas por las restricciones sanitarias y las consecuencias de la pandemia (como el turismo, el comercio, la construcción, las actividades de entretenimiento) eran precisamente las más intensivas en el empleo de trabajadores, entre ellos los informales, y el empleo en el sector informal es el que está más lejos de recuperar los niveles prepandemia.
Inflación y mercado cambiario
Retornando a la economía nacional, Costa Rica ha experimentado en meses recientes, al igual que muchos países, un repunte en la inflación. Este repunte obedece principalmente a dos fuerzas. En primer lugar, a efectos base como consecuencia de los bajos precios que prevalecieron en los meses iniciales de la pandemia.
En segundo lugar, el alza reciente en la inflación refleja el aumento en los precios de los bienes importados, que a su vez es fruto de la conjunción de tres factores: el aumento en los precios internacionales de las materias primas (particularmente del petróleo), los mayores costos de los fletes marítimos, y la depreciación del colón.
Situación fiscal
Las cuentas fiscales muestran también resultados más favorables, no solo en comparación con el año anterior, sino también con lo proyectado inicialmente.
Así, con la información preliminar acumulada a setiembre del 2021, el Gobierno generó un superávit primario (excluye el pago de intereses) de 0,3% del PIB, que contrasta con el déficit de 2,6% registrado 12 meses atrás.
En igual sentido, el déficit financiero a esa fecha ascendió a 3,9% del PIB, por debajo del 6,4% en el 2020.
Los mejores resultados fiscales se asocian con una significativa contracción del gasto primario, que ha ido más allá del cumplimiento de la regla fiscal, y también con una mayor recaudación de ingresos. Esta, a su vez, ha sido función de la recuperación económica pero también del rendimiento mayor al proyectado de las reformas tributarias introducidas en la reforma fiscal de diciembre del 2018 (Ley 9635).