Con el propósito de mantener la protección ante huracanes, inundaciones, incendios o terremotos a familias con viviendas de interés social gestionadas por las mutuales, estas entidades se unieron al Instituto Nacional de Seguros (INS), y con el apoyo del Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (MIVAH) diseñaron un modelo para simplificar los trámites que deben realizarse para mantener el seguro de sus casas.
Cuando una familia termina de pagar el crédito de su vivienda a las mutuales o cuando ha recibido el bono total para la adquisición de esta y ha pasado el primer año, finaliza el contrato de seguro, y se queda sin ninguna protección. Pensando en resolver esa situación es que se diseñó un nuevo y expedito proceso.
Esta póliza se conoce como “seguro de incendio de relación”, un plan diseñado y ofrecido a las familias a partir de este mes de setiembre, que consiste en el pago mensual de ¢160 por cada ¢1.000.000 del valor de la vivienda.
Para contar con esta protección, las personas interesadas únicamente deberán autorizar que esa prima mensual se le cargue a una tarjeta de débito o crédito.
El Instituto Nacional de Seguros (INS) utilizará una plataforma de call center para llamar a los clientes que les resta un plazo cercano a los 5 meses para cancelar su operación de crédito. Si el cliente acepta la oferta planteada, se genera un proceso automatizado de migración de la póliza que tenía la casa mientras mantenía el crédito con la mutual.
La familia no deberá llenar otros formularios, ni requerirá contratar avalúos, por lo que el proceso es sumamente sencillo. De esa forma contarán con protección contra incendios, vientos huracanados, deslizamientos, inundaciones y terremotos.
El seguro cubre el 100% cuando se trata de incendio y en el caso de inundaciones y terremotos tiene un deducible del 5% del valor de la casa.
Es importante indicar que este seguro tiene un beneficio para las familias de ¢1.000.000 para cubrir daños en el menaje. En caso de que ocurra un evento, un ingeniero va a la vivienda y valora los daños.
El caso de Carmen Hernández, es uno de los testimonios que confirman la necesidad de crear esta opción para las familias.
Doña Carmen se convirtió en beneficiaria de un bono de vivienda cuando el terremoto de Cinchona dejó inhabitable su casa y tuvo que irse a vivir con familiares hasta que logró calificar para el subsidio estatal. Al experimentar esta situación, ella considera de vital importancia mantener el seguro en su nuevo hogar ubicado en San José de la Montaña.
“Hasta el momento pago un seguro en el Grupo Mutual. Es muy baja la cuota, pero tenemos muchos beneficios y estoy muy agradecida, porque yo se lo difícil que es verse sin casa de un día para el otro”, detalló.
Beneficio en caso de siniestro. Según datos del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda, anualmente, más de 1.700 familias que tenían un crédito con las mutuales llegan al término de la operación de crédito y se quedan sin su seguro, y es aún mayor el impacto de las viviendas que se han formalizado a partir de un bono, pues el número de cancelaciones de pólizas de incendio superan los 2.500 por año.
“En Grupo Mutual como parte de nuestro compromiso de asegurar el bienestar y tranquilidad de las familias a largo plazo, nos enorgullece promover el uso del seguro de incendio de relación, el cual brindará seguridad en caso de que ocurra algún siniestro, desastre natural y que afecte la vivienda y con cuotas mensuales muy accesibles”, manifestó Oscar Alvarado Bogantes, gerente general de Grupo Mutual.