El Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) designó a la Fundación Corcovado la ejecución técnica y financiera del proyecto Manglares de Costa Rica-Benín, cuyo objetivo es restaurar las áreas bióticas de las zonas costeras de ambos países.
El proyecto contempla la restauración de 13 hectáreas distribuidas en sitios de manglares de la costa pacífica de Costa Rica: incluyendo el Humedal Nacional Térraba Sierpe.
La decisión se tomó recientemente ante el cese de las actividades de la Fundación Neotrópica con la firma del “Convenio Específico de Cooperación”, donde se establecen las condiciones para el correcto desarrollo y definir los mecanismos de coordinación y de toma decisiones para su ejecución.
La Fundación Corcovado es una organización que busca la preservación y conservación de la frágil biodiversidad de Costa Rica. Además, brindan apoyo a entidades gubernamentales como (SINAC-MINAE) y no gubernamentales en la búsqueda del desarrollo sustentable, balanceado y equitativo para estas.
Esta iniciativa nace en 2017 cuando la AFD (Agencia Francesa de Desarrollo), a través del Fondo Francés para el Medio Ambiente (FFEM por sus siglas en inglés), puso a disposición del SINAC una subvención de hasta € 1.270.000 (un millón doscientos setenta mil euros) para su ejecución.
El principal propósito es mejorar la mitigación y la adaptación al cambio climático de los humedales costeros de Costa Rica y de Benín –ex colonia francesa ubicada en África Occidental- restaurando manglares, asegurando su manejo sostenible y favoreciendo los intercambios de cooperación sur-sur.
Componentes del proyecto
Componente 1: Restauración de sitios pilotos de zonas de manglares en Costa Rica. Se realizará una restauración piloto de 13 hectáreas distribuidas en tres sitios de manglares de la costa pacífica de Costa Rica, cada uno con sus particularidades. Incluyendo, como ya mencionamos, el Humedal Nacional Térraba Sierpe.
Esta restauración se apoyará en la experiencia de la Universidad Autónoma de Campeche (México), por medio del Instituto EPOMEX, que realizará los diagnósticos hidro ecológicos de los sitios y definirá los métodos de reforestación natural y/o comunitaria que mejor se adapten. El monitoreo científico del proceso de restauración de cada sitio será adaptado para estudiar la replicabilidad y la pertinencia de las acciones llevadas a cabo.
Componente 2: Valorización en Costa Rica. Se valoran los ecosistemas de manglares por medio de un programa de educación ambiental y la promoción de actividades económicas sostenibles vinculadas a estos ecosistemas.
Componente 3: Elaboración de la Estrategia Nacional de Carbono Azul Social que permita fortalecer las capacidades institucionales de Costa Rica en materia de gestión sostenible de los humedales costeros y de manglares en particular, a través del desarrollo y la adopción de políticas públicas y de instrumentos de planificación que permiten implementar estas acciones, medir y evaluar sus beneficios, así como asegurar el manejo sostenible de estos ecosistemas.
Componente 4: Transferencia de competencias sur-sur. Restauración del sector del delta del Mono en Benín. Se realizará una restauración piloto de 30 hectáreas de un sitio de manglares del estuario del Mono aplicando los mismos métodos y la misma experiencia desarrollada para los sitios en Costa Rica.
El objetivo es profundizar la transferencia de competencias y el intercambio de experiencias entre México, Costa Rica y Benín. El proyecto apoyará también varias acciones para una gestión sostenible de los sitios.
Componente 5: Capitalización e intercambios científicos sur-sur. Con este componente se pretende la capitalización científica, asociando el sector académico a las distintas etapas del proyecto y favoreciendo el intercambio de experiencias a nivel mesoamericano e internacional.