Por medio de un mensaje a la ciudadanía en cadena nacional de radio y televisión, el Gobierno le expuso a Costa Rica lo que considera es la necesidad de lograr el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) debido a que el fuerte golpe de la pandemia en nuestra economía ocasionó una severa disminución en los ingresos del Estado para atender sus obligaciones.
“Para tener una idea, en el 2020, los ingresos bajaron 1,2 billones de colones. Eso es 4 veces el presupuesto completo del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT)”, detalló el mensaje que se difundió el Gobierno.
Tomar decisiones en este momento es urgente. “Pero si no hacemos nada, las consecuencias para el país serán muy drásticas. Ya en los 80 vivimos una crisis por problemas de deuda, producto de no tomar esas decisiones difíciles a tiempo”, agregó el mensaje.
En aquella crisis, el precio del dólar se multiplicó por cinco –pasó de ¢8 a ¢40–, la tasa de desempleo se duplicó y la pobreza llegó hasta el 54% de los hogares del país. “El impacto fue muchísimo mayor que el de cualquier impuesto”, se recalca.
Costa Rica está en un punto crítico, pero aún es posible enderezar el camino, según la Presidencia de la República.
“Costa Rica no debe ni puede repetir esta historia. Aunque requiere decisiones difíciles, la buena noticia es que evitar una nueva crisis es posible, tomando decisiones responsables con un acuerdo balanceado para acceder a los fondos del FMI”, asegura la información.
Crédito con características favorables
El Gobierno destaca las favorables características del financiamiento del FMI: un préstamo importante, de 1.750 millones de dólares, con muy buenas condiciones de intereses y plazo. Asimismo, la aprobación de la propuesta enviaría una señal a los mercados de que el país tiene una ruta para recuperarse.
Una serie de decisiones en el gasto y en los ingresos con efectos a corto plazo son urgentes para poder acceder al préstamo y para recuperar rápidamente la estabilidad económica. Así lo establece el Plan para superar el impacto fiscal de la pandemia, propuesta del Gobierno para negociar el acuerdo con el FMI.
En el plan, presentado el jueves 17, se contempla una reducción temporal de las cargas sociales para las empresas con el fin de incentivar el empleo, la devolución del cobro del IVA de la canasta básica al 20% más pobre de la población, así como medidas para disminuir el peso del gasto público, incluyendo el rubro de remuneraciones, el proyecto de Ley Marco de Empleo Público, renegociación y recorte de alquileres del sector público, la no acumulación de anualidades del 2021 al 2024 y la reducción del costo total para las arcas públicas del salario escolar.
La propuesta para la negociación incluye más de 35 acciones para ejecutar en este difícil contexto, entre ellas algunas temporales para aumentar los ingresos como un impuesto extraordinario sobre la renta y un tributo bajo a las transacciones electrónicas y cheques.
En el caso del impuesto a las transacciones financieras será una tasa baja y temporal (cuatro años), en que se pagará 0,3% por cada movimiento en los primeros dos años; es decir, se contribuirá con ¢300 en una transacción de ¢100.000; luego, el impuesto bajará a 0,2%.