El incremento de contagios en Costa Rica por COVID-19 en los últimos 15 días, a causa de la reactivación económica de algunos sectores, el exceso de confianza de varias personas que trajo la ruptura de burbujas sociales, así como la difícil situación que se vive en la zona fronteriza con Nicaragua, ha generado una incertidumbre en la población nacional, en el sentido de que se podría estar a las puertas de un contagio comunitario que sature los hospitales debido al coronavirus. Así lo indicó la UNA en un comunicado de prensa.
Juan José Romero, epidemiólogo de la Maestría en Epidemiología de la Universidad Nacional (UNA), explicó que la situación actual de la Covid-19 en Costa Rica podría parecer preocupante a la población general, porque se venía con una tendencia hacia la baja o cierta estabilidad en el número de casos nuevos; no obstante, a partir de la reducción gradual de las restricciones en el país, era de esperarse un incremento en el número de casos y es así que aumentaron, gradualmente, durante mayo.
“Lo que las autoridades de Salud esperaban se cumplió: que era el incremento controlado en el número de casos, eso sí, sin aumentar el número de hospitalizaciones y de personas en unidades de cuidados intensivos”, indicó Romero.
Agregó que el control que se ha realizado por parte del Ministerio de Salud, en conjunto con las otras autoridades para controlar la movilización de los casos, extender las órdenes sanitarias, dar seguimiento a casos sospechosos, así como hacer el diagnóstico y aislamiento de los casos confirmados ha dado sus frutos.
No bajar la guardia
Sobre el incremento de casos registrado en los últimos 15 días, el epidemiólogo de la UNA, comentó que eso obedeció a una mayor reapertura de la economía y también a un relajamiento un poco excesivo por parte de algunos ciudadanos que se confiaron al ver que la cantidad de contagios no era importante y rompieron su burbuja social, por lo que se dio un aumento de casos en lo local.
“Asimismo, tenemos casos derivados producto del ingreso de transportistas, especialmente por el norte, pero también por el sur, debido a que había una importante dependencia de materia prima que se importa, a la vez de comercialización de productos que se exportan al resto de Centroamérica. Además, de la calamitosa situación epidemiológica que se vive en Nicaragua, donde no hay medidas gubernamentales para el control de la Covid-19, sumado a que tenemos una frontera demasiado porosa, por la cual existe un tránsito humano ilegal histórico”, aseveró el epidemiólogo.
El especialista de la UNA subrayó que en nuestro país,antes de alarmarse por la cantidad de casos nuevos, la atención debe enfocarse en la tasa de hospitalización, enfermos graves y letalidad, donde Costa Rica está muy bien. Sin embargo, esto no debe llevarnos a un conformismo y relajamiento pernicioso y contraproducente.
Un ejemplo de eso es Singapur, nación en la que apenas se detectó el primer caso de coronavirus, el país cerró sus fronteras, implementando fuertes controles en los aeropuertos. Además, introdujo un sistema de rastreo para todos quienes habían estado en contacto con algún infectado.
Al 9 de junio se registraron en Singapur, 38.514 casos de coronavirus, 25.877 personas recuperadas y tan solo 25 decesos. “En el caso de Singapur, a pesar del número de casos reportados, a penas cuentan con 25 fallecimientos, lo que demuestra que no es la cantidad de enfermos, sino la cantidad de hospitalizaciones y muertes la que marca la diferencia.
Reapertura gradual
En días pasados, circuló en corrillos que la reapertura de ciertas actividades económicas en el país obedeció a medidas de presión ejercidas por los empresarios contra el Ministerio de Salud.
Al respecto, Olman Segura, director del Centro Internacional de Política Económica de la Universidad Nacional (Cinpe-UNA) indicó que, si bien la reactivación económica es necesaria, a los empresarios les debe quedar claro que las autoridades del sector salud ejecutan una reapertura con mucha gradualidad para que no aumente la pandemia.
Por otro lado, le corresponde al Poder Ejecutivo en cómo ser contundente para enfrentar el problema de la recesión económica, la cual avanza tras más de seis meses de decrecimiento económico: “el gobierno también tiene su responsabilidad”, afirmó Segura.
El economista agregó que existen tres fases de recuperación de los sectores económicos, la primera se relaciona con el aislamiento y las restricciones, la segunda con la estabilidad y vuelta a la normalidad y la tercera recuperación económica. “Lamentablemente, dada la incertidumbre, así como la falta de tratamientos y vacunas para atacar a la Covid-19, aún estamos en la etapa de aislamiento y restricciones”, dijo Segura.
Datos del Banco Central revelan la caída del crecimiento de la producción en menos del 3.6%, mientras que otros organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señalan que es de 4.1%, el Banco Mundial dijo que será más de un 5% negativo para el mundo. Así las cosas, en Costa Rica ya se tiene anticipado que la inversión caerá en menos de 3%, las exportaciones en menos del 15%, las importanciones en menos del 6% y el ingreso nacional disponible bruto en menos 2.6%.
Según Segura a la fecha el desempleo abarca aproximadamente 650 mil personas, las cuales no cuentan con recursos para alimentar a sus familias y mucho menos con fuentes para generación de empleo.