Como parte de las actividades para celebrar el Día Internacional del Libro, el Ministerio de Cultura y Juventud, el Patronato Nacional de la Infancia, el Instituto Nacional de Seguros y la organización Carretica Cuentera, visitaron ayer jueves la Escuela Quebradas, en San Isidro de Pérez Zeledón.
Esto para premiar al primer lugar del certamen nacional “Cuentos de mi escuela”, otorgado a Jhostin Powers Barahona, autor de “Un regreso a clases desastroso”.
En su historia, narra la aventura de Pepe, un niño que tenía mucho miedo de volver a las clases presenciales y que busca en su casa una capa amarilla y utensilios de cocina para protegerse del Covid-19, para su regreso a clases. Al llegar a la escuela, Pepe comprende, con ayuda de su maestra, que el temor hacia el Covid-19 se vence con información, distanciamiento social, uso de mascarilla, lavado de manos y alcohol en gel.
Por esta razón, Jhostin recibió un bulto marca Totto, útiles escolares, libros e incluso una tablet.
Además, la actividad sirvió para celebrar junto con los escolares la importancia de la lectura y la escritura desde la niñez a través de un taller de escritura creativa brindado por la organización Carretica Cuentera, dirigida por el reconocido periodista Alberto Barrantes:
Puntualmente, quienes participaron de este taller, parte del premio por el primer lugar del concurso, fueron los estudiantes de cuarto y quinto grado de la escuela, compañeros de Jhostin.
No obstante, este no fue un evento aislado en la Escuela Quebradas, pues su directora Denia Barrantes explicó a 88 Stereo que, antes de la pandemia, siempre realizaban talleres con escritores locales para incentivar la escritura, la lectura, la creatividad y promover las habilidades artísticas y literarias propias de los menores.
SOBRE EL CONCURSO:
La iniciativa Cuentos de mi escuela fue lanzada el pasado 16 de abril, y dio un plazo de una semana, para que niños y niñas de primaria escribieran. El concurso recibió 416 cuentos de niñas y niños de todo el país.
El propósito de esta iniciativa consistió en despertar en escolares el gusto por la escritura y premiar la creatividad, el desarrollo de los personajes, ortografía y narrativa de cada una de las historias.
Así lo explicó Loida Pretiz, viceministra de Cultura, quien además celebró que el primer lugar lo obtuviera un niño de zona rural.
Ella indicó que “leer y escribir son placeres que se inician muchas veces en la escuela y también en la casa, en familia. Escribir un cuento es estimular la imaginación, es jugar con las palabras y las oraciones; es organizar ideas, emociones y darles una orden, es encontrar un ritmo, una musicalidad y unos silencios, también. Es inventar un pequeño mundo que antes no existía y que somos capaces de crear. Por eso, son tan importantes estos concursos”.