El Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), continúa protegiendo el estatus fitosanitario para mantener los mercados internacionales abiertos y cuidar la producción nacional. Así lo aseguró la institución en un comunicado de prensa.
De esta forma, el país hace frente a las plagas que podrían amenazar la seguridad alimentaria durante la pandemia del COVID-19.
Es decir, el principal escudo nacional es evitar el ingreso de plagas, pues una vez que llega, el país tendría que hacer una gran inversión para evitar su dispersión en el territorio costarricense.
«Los altos costos que conlleva el manejo, contención y erradicación de una nueva plaga en el país – con los efectos económicos, sociales, de salud y ambientales- es lo que trata de evitar el SFE, cuya misión es proteger los recursos agrícolas de las plagas y contribuir con la salud humana y el ambiente«.
Por su parte, Nelson Morera, jefe del Control Fitosanitario en Costa Rica, explicó los resultados del año pasado.
El año pasado se interceptaron 1.081 plagas en diferentes puntos de ingreso al país, de las cuales un total de 280 eran cuarentenarias (ausentes en el país) por lo que constituían un gran riesgo para el estatus fitosanitario logrado por Costa Rica.
De hecho, en los puntos de control de ingreso se realizaron el año pasado 17.878 inspecciones a los productos vegetales importados y 2.719.948 inspecciones de equipajes de pasajeros, con el fin de evitar el ingreso de plagas al territorio nacional. En los laboratorios de diagnósticos de plagas, a nivel central y puntos de ingreso, se analizaron 9,743 muestras para detección de plagas y certificación de exportaciones.
Además, con el fin de proteger la salud del consumidor de productos vegetales, el SFE analizó 3.248 muestras para análisis de Límites Máximos de Residuos (LMR), para garantizar que los productos cumplan con los estándares establecidos a nivel nacional. Aunado a esto se enviaron 558 muestras para análisis de aflatoxinas (toxicidad por hongos del género Aspergillus), en apoyo al Ministerio de Salud (MINSA), con el fin de garantizar que los productos sean aptos para el consumo humano.
Las autoridades explicaron que miles y variados productos agrícolas ingresan diariamente al territorio nacional procedentes de diversas partes del mundo, los cuales deben cumplir con los requisitos fitosanitarios y pasar las inspecciones establecidas en los diferentes puntos de ingreso, garantizando la protección vegetal.
Por ello, se inspecciona que los productos estén libres de plagas cuarentenarias y cumplan con los límites máximo de residuos de plaguicidas (LMR).
Información suministrada por el MAG*.
Composición fotográfica de Cristian Araya, tomada de la UCR.