La pandemia del COVID-19 vino a retarnos a todos y todas. Y las instituciones de educación no son la excepción.
Ese es el caso del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) en Pérez Zeledón que ha continuado impartiendo 8 programas de capacitación pese a la situación que les obligó a migrar casi por completo a la virtualidad. Lo mismo aplica para los demás centros ejecutores del INA en la zona sur.
Según explicó don Jorge Fallas, director del INA en la Región Brunca, la institución atiende a la población estudiantil a través de herramientas tecnológicas y plataformas de capacitación virtual desde marzo del año pasado.
No obstante, debido a que se descubrió que hay muchas necesidades y carencias de infraestructura tecnológica en la región (no todas las personas tienen acceso a una conexión estable de Internet o una computadora, por ejemplo), el INA ha debido ejecutar acciones que facilitaran la apertura paulatina de la presencialidad, en estricto acatamiento de las medidas sanitarias para evitar contagios de COVID-19.
Esto para garantizar la formación o capacitación de las y los costarricenses, con miras a una oportunidad real de empleo o emprendimiento, de forma que puedan mejorar su calidad de vida y reactivar la economía local.
Es decir, las condiciones de poco acceso a tecnología e Internet que sufren muchos jóvenes, quienes son de bajos recursos o que viven en zonas no tan céntricas, ha retado al INA para poder retomar cursos que fueron suspendidos el año pasado.
Esas acciones llevadas a cabo por la institución también van dirigidas a cursos o módulos de carácter técnico que requieren equipo especializado y mucha práctica presencial en el taller.
Por esta razón, se hizo un análisis pormenorizado de cada uno de los servicios de capacitación para identificar cuáles podrían llevarse a la presencialidad con el cumplimiento de aforos, lavado de manos, uso de mascarillas y otras medidas. Incluso, el INA facilitó las mascarillas a sus estudiantes.
Esto ha significado un gran esfuerzo logístico para la institución pues ahora hay grupos híbridos (que van a clases presenciales unos días y otros días llevan las lecciones desde la casa), y otros cursos 100% virtuales o 100% presenciales.
Además, el retorno a la presencialidad aunque sea para unas lecciones semanales, requieren partir los grupos en los talleres, para cumplir con el aforo máximo del 50%. El cómo responde a estrategias construidas en conjunto con los docentes y las personas estudiantes.
En este momento, sólo en el INA de Pérez Zeledón, 255 estudiantes reciben clases 100% virtuales, pero el dato cambia cada mes conforme se desarrollan los programas de capacitación; 85 estudiantes asisten de manera 100% presencial y 157 de manera mixta.