La lectura de los hidrómetros (tras dos meses sin hacerse), el aumento de consumo de agua en los hogares durante época seca y la aplicación de las medidas de higiene contra el covid-19, así como la implementación del teletrabajo y los aumentos tarifarios que se empezaron a aplicar en febrero de este año, podrían explicar las facturas atípicas que han percibido algunos usuarios del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) durante este mes. Así lo indicó la institución en un comunicado de prensa.
Eso sí, el AyA aclaró que cada caso debe revisarse por separado, estos factores podrían estar incidiendo en la presencia de montos elevados.
Para atender las dudas sobre la facturación y solicitudes de rectificación, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) dispuso de diferentes canales, entre los que destacan el correo electrónico linea800@aya.go.cr y el teléfono 800 REPORTE (800-7376783). La institución ha reforzado en los últimos días la atención de estos canales para atender a satisfacción y de forma personal las consultas de cada uno de los usuarios.
Desde el 20 de marzo y hasta mediados de mayo, AyA realizó la facturación estimando el consumo con base en los registros históricos, y no a partir de medición real que registran los medidores. Esta medida está contemplada dentro del reglamento de la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (ARESEP) y el Reglamento de Prestación de Servicios del AyA.
La decisión de suspender la lectura de hidrómetros se tomó como respuesta inmediata ante la emergencia sanitaria por el COVID-19, de manera que se protegiera a la población y a los funcionarios que a diario realizan las lecturas en el campo.
A partir de mayo, cuando se retomó la lectura de los hidrómetros, se reveló el consumo real de agua durante el periodo en que se estimó el consumo. Esto provoca que se muestre en la factura el acumulado de los dos meses anteriores (marzo y abril).
En la mayoría de los casos, el consumo real es distinto al que se estima por promedio, por lo que la diferencia se refleja en el nuevo recibo.
Época seca y teletrabajo:
Otro factor que explica el aumento de la factura es que las familias aumentan el consumo de agua en los meses de marzo y abril por la intensidad de la época seca, para el aseo, consumo humano e incluso riego de jardines y lavado de vehículos y aceras.
A esto se suman las medidas de higiene contra el COVID-19, así como la aplicación del teletrabajo y los cierres de centros educativos, lo que hace que se concentre el consumo de agua en los hogares y no en los lugares de trabajo y de estudio.
Ahora bien, debido a que se empleó el promedio histórico para la facturación de marzo y abril, en muchos de los casos la estimación fue menor al consumo real, por lo que el sistema comercial está facturando ahora en mayo la diferencia.
Tarifa e IVA:
Otros motivos que explican los aumentos percibidos en la facturación tienen que ver con incrementos tarifarios aprobados por la ARESEP y que se comenzaron a percibir en los recibos de febrero pasado. Este 2020 entraron a regir incrementos en la tarifa de agua potable de un 15%, un 45% en alcantarillado sanitario y un adicional del 1% para la protección del recurso hídrico.
Otra modificación importante es que, cuando se superan los 30 m3 de consumo por mes, en la factura se aplica el Impuesto de Valor Agregado (IVA), de acuerdo con la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.