Dos virus, que son altamente frecuentes, pueden considerarse como factores de riesgo para desarrollar un cáncer de cabeza y cuello, alertan especialistas en oncología y radioterapia.
La oncóloga radioterapeuta María Bonilla, explicó a 88 Stereo que en el virus Epstein-Barr está en el ambiente y su contagio se ve relacionado preliminarmente con secreciones, especialmente con saliva. Este virus produce una enfermedad conocida como: mononucleosis infecciosa o la enfermedad del beso.
Clínicamente se manifiesta como cansancio, fatiga, debilidad y dolores musculares, es algo transitorio y una gran parte de la población ni se entera que llegan a tener el virus.
“Este virus, se queda en el cuerpo de forma latente y cuando hay una disminución en la parte inmunológica, es decir, cuando se bajan las defensas, puede volver a reactivarse. La particularidad es que se desarrolla en tejidos donde hay gran presencia de ganglios, como cabeza y cuello, especialmente la zona de la nasofaringe es una de las regiones que tiene mayor red de ganglios linfáticos y por eso, es que el virus del beso o de Epstein Barr se asocia a este tipo de cáncer”, explica la doctora Bonilla.
El otro virus es el papiloma humano, virus de transmisión sexual que tiene un impacto en los casos de cáncer de cabeza y cuello, principalmente en la orofaringe, que es la parte de la garganta que se ubica detrás de la cavidad oral e incluye el tercio posterior de la lengua, el paladar blando, las paredes laterales, las posteriores de la garganta y las amígdalas.
“Dado que ya existen vacunas para esta enfermedad, sabemos que tendrá un impacto en disminuir la incidencia del cáncer de cérvix y de igual manera, permite una disminución en el cáncer de orofaringe”, reiteró la especialista en oncología radioterápica.
Agregó que de momento y tras varios estudios que han conocido sobre el virus del COVID-19, no existe incidencia de este virus con algún tipo cáncer de cabeza y cuello.
Bonilla reiteró que la población debe mantener buenos hábitos de vida saludable, adecuadas prácticas sexuales y ante cualquier síntoma extraño, consultar a un especialista.