En una época de gran incertidumbre originada por la propagación del COVID-19 en Costa Rica, el Ministerio de Salud e instituciones gubernamentales solicitaron que la población costarricense se mantenga en aislamiento social.
Esta medida generó una disminución en la demanda de bienes y servicios, reducción de jornadas laborales y suspensión de contratos de trabajo, haciendo que el tema de la adecuada gestión financiera sea relevante para “sobrevivir” a la emergencia nacional.
De acuerdo, con los datos de la Caja Costarricense del Seguro Social, a diciembre del 2018 el Sector Comercial estaba compuesto por 65.538 empresas formales, de las cuales el 72,7% son microempresas, el 21,4% son pequeñas empresas, el 4,1% son medianas empresas y el 1,9% son grandes empresas.
En ese sentido, el experto German Vidaurre Álvarez, Máster en Administración de Negocios y Profesor de la Universidad Americana (UAM), comentó una serie de esfuerzos que se puede realizar con la idea de sacar adelante su negocio pese a esta situación, empezando por reconocer el impacto de la pandemia en su emprendimiento.
Vidaurre brindó algunos consejos para los emprendedores en tiempos de COVID-19.
- Preparar un informe detallado de los ingresos y gastos para los próximos 6 meses.
- Revisar los precios establecidos de sus productos o servicios, ya que los clientes agradecerán cualquier ajuste en los precios, especialmente hacia la baja.
- Darle seguimiento al cobro de las facturas de los clientes para evitar la morosidad. Incluso, puede ofrecer descuentos por pronto pago.
- Procurar disminuir el inventario, sin afectar sus operaciones normales y sin caer en desabastecimientos.
- Evaluar los gastos de embalaje, distribución, almacenaje y deterioro de productos, tomando decisiones para minimizarlos.
- Recortar los gastos innecesarios, con el fin de evitar desperdicios de recursos, acomodando los gastos de planilla. Además, si es posible, quizás sea necesario ajustarse a la nueva legislación que abre la posibilidad de renegociar los contratos de trabajo, de tal forma que el despido sea el último recurso.
- Revisar los gastos de alquiler y otros, procurando mantener los que sean estrictamente necesarios.
- Mantener al día el pago con los proveedores, para no afectar su récord crediticio. Además, puede renegociar fechas de pago con los proveedores que tengan la capacidad financiera de hacerlo.
- Si hay deudas bancarias, a corto o largo plazo, se debe conversar con las entidades financieras para poder readecuar las fechas de pago o dar extractos del pago.
- Posponer para cuando sea oportuno, cualquier proyecto de mejora o ampliación del negocio o local, lanzamiento de nuevos productos o diversificar los puntos de venta.
Finalmente, de acuerdo con el experto, es indispensable que el emprendedor medite sobre el futuro de su negocio, sea optimista y creativo sobre lo que viene, especialmente en el comportamiento de los mercados nacionales o mundiales de forma que tenga la oportunidad de tomar decisiones oportunas para las constantes variaciones en su negocio.