Si bien una gran mayoría de costarricenses está acatando las disposiciones emitidas por el Ministerio de Salud, los cuerpos policiales del Ministerio de Seguridad están luchando contra unos pocos irresponsables que insisten en desacatar algunas de estas directrices sanitarias ante la emergencia del COVID-19, en especial la de no ingresar a las playas.
No obstante, las autoridades son claras: Quienes irrespeten las medidas podrían, incluso, ir a la cárcel por desobediencia a la autoridad.
En ese sentido, el director general del Servicio Nacional de Guardacostas, comisario Martín Arias, quien agradeció la actitud de la gran cantidad de personas costarricenses y extranjeras que se están quedando en casa.
Sin embargo, con los que insisten en irrespetar estas medidas, Arias fue enfático en advertir que se les aplicará todo el peso de la ley por su actitud irresponsable.
Arias agregó que de igual manera se procederá con quienes estén navegando con barcos o lanchas sobrecargadas de pasajeros, y que sean sorprendidos por los guardacostas durante los operativos de revisión de embarcaciones.
En cuanto a las consecuencias legales que podrían tener quienes sean encontrados en las playas, sobre este particular el asesor legal de la Fuerza Pública, Warner Nájera, explicó que la medida de no ingresar a las playas está relacionada con la disposición de no generar aglomeraciones en sitios públicos.
El abogado policial agregó que el incumplimiento de esta norma, contenida en la Ley General de Salud, está sancionado con una multa de un salario base, es decir 450.200 colones.
Sin embargo, si las personas que han sido desalojadas insisten en reingresar, entonces se les podría detener y encausar por el delito de desobediencia a la autoridad, el cual tiene una pena de hasta tres años de prisión.
El fin de semana anterior, el personal del Guardacostas y la Fuerza Pública previnieron a 127 personas que estaban en las playas o bien que estaban a punto de ingresar, ante lo cual todas obedecieron la orden policial de desalojar el lugar y retirarse.
La mayoría de dichos turistas estaban en playas de las provincias de Guanacaste y Limón. Lo mismo ocurrió ayer martes, y se teme que podría repetirse durante estos días de Semana Santa.