“La restricción vehicular, impuesta por el Gobierno para el control de la pandemia, logró cumplir su objetivo: reducir la movilidad de la población para hacerle frente a un virus con alto nivel de propagación; además, está asociado con los contagios por COVID-19 a nivel local”, señalan en el Informe 2020 los investigadores del Estado de la Nación sobre la relación entre los contagios y la movilidad en nuestro país.
Este hallazgo es parte de un estudio de la Mesa de Ciencia de Datos y Visualización del Programa Estado de la Nación (PEN), a cargo de especialistas en técnicas de big data, minería y visualización de datos complejos.
Los investigadores y las investigadoras analizaron registros de movilidad cada 10 minutos y cada 100 metros de usuarios de la aplicación Waze en Costa Rica, entre marzo y julio, junto a otras variables como la movilización de personas antes y durante la pandemia y su relación con los casos de contagio cantonal.
La intención de los investigadores y las investigadoras fue conocer el nivel de movilidad o congestión en un lugar, 16 días antes de que se dieran los casos nuevos, para lo cual emplearon dos modelos científicos que dieron un mismo resultado: la variable relacionada con movilidad fue positiva al mostrar efectos estadísticamente significativos. Lo cual indica que en aquellos lugares donde hubo una alta congestión, también se presentó un alto nivel de contagio.
De esta manera se confirma que las medidas emitidas por el Poder Ejecutivo desde la declaración de la emergencia nacional por la atención de la pandemia, como la restricción vial sanitaria, el teletrabajo, la cancelación de eventos masivos y el cierre temporal de establecimientos fueron la herramienta necesaria para disminuir el tránsito y el desplazamiento de las personas, lo cual dificulta la transmisión del virus y los nuevos contagios.
Además, la aplicación de la restricción vehicular sanitaria ha contado desde un inicio con al menos 18 excepciones que permiten a la ciudadanía desplazarse con motivos laborales, acceder a servicios esenciales, atender citas médicas, promover actividades turísticas, servicios a domicilio, visitas a veterinarias, entre otras.
Para Agustín Castro, ministro de Comunicación, el estudio comprueba la pertinencia y precisión de las acciones para cuidar la vida y salud de la población. “Vemos con satisfacción la prueba científica de que las medidas adoptadas por el Gobierno permitieron disminuir la movilidad de la población y con esto, la transmisión del virus. La restricción y las otras medidas aplicadas han permitido evitar la saturación de los hospitales y así salvar la vida de muchos costarricenses.”
“Además, quiero destacar que un hallazgo fundamental de los investigadores es que ‘en las zonas donde hay una alta congestión vial tiende a existir también un alto nivel de contagio del virus. Es decir, las evidentes reducciones en la movilidad de la población, generadas por las medidas restrictivas impuestas por el Poder Ejecutivo, se asocian con una posible disminución de contagio’”, señaló Castro.
Otra conclusión que se desprende del estudio es la necesidad de contar con medidas contextualizadas, según las particularidades de las regiones. Lo anterior coincide con el modelo de alertas y el modelo de gestión compartida implementados por la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE).
“El modelo de gestión compartida y el sistema de alertas nos ha permitido aplicar las medidas necesarias en los momentos y lugares precisos. No solo se ha logrado contener la propagación del virus sin comprometer la capacidad hospitalaria, sino que nos dio tiempo de preparar el sistema de salud, aumentar la camas, comprar equipo, asignar funcionarios y muchas otras tareas que nos han permitido dar la atención necesaria. Esto no habría sido posible sin la restricción vehicular, la cancelación de eventos masivos o el cierre temporal de establecimientos“, comentó Alexander Solís, presidente de la CNE.
Los resultados obtenidos por el PEN, coinciden con investigaciones en Europa, Estados Unidos y China, sobre la relación entre movilidad y transmisión del virus. Por ejemplo, la Facultad de Medicina del London College, asesora del gobierno de Reino Unido, concluyó que “para el Reino Unido (así como para otros países) se correlacionó una fuerte disminución en la movilidad con una fuerte disminución en el número de reproducción estimado para los casos.”
En Estados Unidos, la prestigiosa Universidad Johns Hopkins reveló “que los patrones de movilidad están fuertemente correlacionados con la disminución del crecimiento de casos de las tasas de COVID-19 en los condados más afectados de EE. UU.”
Un artículo en la revista científica Nature, demostró que los investigadores chinos Lai, Ruktanonchai y Zhou tuvieron un resultado similar. Sus hallazgos “muestran que las intervenciones no farmacéuticas (restricción de movilidad, detección y aislamiento de casos nuevos, y el distanciamiento social) combinadas redujeron sustancialmente la transmisión de COVID-19 en China. La implementación anterior de las intervenciones podría haber reducido notablemente la magnitud y el alcance geográfico del brote, pero, igualmente, una respuesta tardía habría provocado un brote más grande.”
En el caso de Italia, los científicos Carteni, Di Francesco y Martino realizaron un estudio sobre la influencia de la movilidad en la transmisión del SARS Co-V-2. Entre las conclusiones, destacan que “los casos diarios por COVID-19 están directamente relacionados con los hábitos de desplazamiento presentados 21 días antes.”