Desde el sábado anterior, las y los vecinos de General Viejo, Los Chiles, El Carmen, Santa Margarita, Rivas, Barrio Sinaí, Peñas Blancas y Barrio los Pinos gozan de un nuevo puente sobre el Río General que permite un desplazamiento más rápido y seguro hacia Palmares y San Isidro de El General, por la ruta nacional 321.
El puente tendrá una vida útil de 50 años y beneficiará a unas 6.800 personas de manera directa y a más de 142.200 de forma indirecta.
En la entrega de esta infraestructura a la comunidad participaron el presidente de la República, Carlos Alvarado; el ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez Mata; el director ejecutivo del Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI), Mario Rodríguez; el presidente de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE), Alexander Solís; el ministro de Seguridad Pública, Michael Soto; y la ministra de Economía y coordinadora de la Región Brunca, Victoria Hernández.
Asimismo, participaron los diputados María Vita Monge y Mario Castillo, así como dirigentes de la comunidad, cumpliendo con los protocolos sanitarios.
Tres años de espera. “La tormenta Nate en 2017 dificultó la situación cuando arrasó con la vieja estructura. En agosto de 2018, asumimos junto a don Rodolfo Méndez, el compromiso de dar una solución definitiva a estas comunidades que estaban siendo seriamente afectadas por la falta de un paso seguro en las temporadas lluviosas” recordó el presidente Carlos Alvarado.
“Por ello, emprendimos un arduo camino que nos llevara a solventar esta problemática. Y fue así como en agosto de 2019 -un año después- se firmó el contrato para la construcción del nuevo puente, un día de mucha esperanza para las comunidades, que vieron en noviembre de ese mismo año empezar a concretar su sueño con el inicio de las obras del nuevo puente sobre el río General Viejo, el cual hoy es una realidad”, relató Alvarado.
No obstante, el mandatario recordó que la pandemia retrasó la llegada de las piezas del puente que eran importadas de Austria, y generó inconvenientes en el desarrollo del proyecto.
Por otro lado, el Presidente reconoció que esta obra es un producto conjunto entre la administración pública que hizo la obra y la valiente comunidad que levantó la voz y se organizó para sacar adelante el proyecto. «Fue un proceso difícil pero también muy bonito. Trabajamos de la mano».
El ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez Mata, agradeció la capacidad organizativa y la paciencia de la comunidad, que durante el proceso de licitación y construcción, siempre estuvo coordinada para ofrecerse ellos mismos una alternativa de paso cerca del nuevo puente.
Ahora «esperamos que ir a la escuela, a la universidad, al trabajo, a la cita médica, por ejemplo, sea más rápido y seguro para estas comunidades”, acotó.
Asimismo, aclaró que la apertura se hizo con el objetivo de que los usuarios puedan utilizar el puente, pero se requerirá un mes más de trabajos para concluir los detalles, en cuenta la demarcación.
REACCIÓN DE LOS VECINOS QUE UTILIZARÁN EL PUENTE
En la actividad de puesta en funcionamiento también participaron decenas de vecinos quienes celebran que con el nuevo puente se reactivará la economía local de General Viejo, que se ha visto terriblemente afectada por la pandemia y la falta de un paso seguro sobre el río General.
Así lo explicó don Franklin Rodríguez de la Fundación Puentes Solidarios, minutos antes de la apertura:
Para doña Marta Camacho, este nuevo puente representa un gran alivio para los vecinos de la zona que se evitarán «una vuelta de 16 kilómetros» para poder ir a San Isidro:
Por su parte, don Julián Granados, explicó que durante el tiempo que no hubo puente del todo, General Viejo se había convertido en una especie de isla con grandes repercusiones para los comercios y centros turísticos y que poder utilizar este nuevo puente representa una «gran satisfacción»:
Detalles del proyecto
Los trabajos de este nuevo puente tienen un valor de ₡3.589 millones. La inversión fue aportada por la CNE al Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI) y la obra estuvo a cargo de la empresa constructora MECO.
El puente de 121.5 metros de longitud se construyó a un nivel más alto, para evitar que en temporada de lluvias la crecida del río sea capaz de alcanzar la superficie de ruedo o socavar las bases de la estructura.
La estructura es de cerchas de acero galvanizado; está conformado por 27 módulos de ese material, de 4.5 metros de longitud cada uno. Sobre ellos, se colocó una losa de concreto de 8 metros de ancho. Cada carril, de los dos disponibles, tiene 3.68 metros den ancho y la carpeta asfáltica sobre la losa de concreto, que sirve de superficie de ruedo, es de 5 cm de espesor.
Cuenta con bastiones de concreto reforzado tipo pared de 12 metros de alto por 8,8 metros de ancho y 8.8 metros de alto por 8.8 metros de ancho, respectivamente, debido al desnivel que hay entre cada extremo del cauce del río.
Con el propósito de beneficiar a tantas personas que pasan a pie por la zona, se cuenta con una acera de 1.5 metros de ancho, adosada de forma externa a la cercha, con barandas peatonales y piso de acero.
Por el sitio pasaban unos 4.000 vehículos al día, hasta el momento del colapso del antiguo puente.