Acompañar a las familias, en este momento de distanciamiento social y físico, para que logre una sana convivencia familiar y se prevengan situaciones de riesgo y vulnerabilidad de los niños, niñas y personas adolescentes, es el objetivo de la campaña “Aprendamos en casa”, que responde a la necesidad que los mismos padres, madres y las personas menores de edad han manifestado en los servicios tecnológicos habilitados para la atención de la emergencia nacional.
En la primera etapa de esta campaña, las “Esponjitas” informaron a los niños, niñas y adolescentes y sus familias sobre las medidas para prevenir el COVID-19 y se promocionaron medios de consulta donde las familias han solicitado acompañamiento en temas de crianza y educación, manejo de emociones, apoyo económico, uso de las tecnologías, derechos y denuncias por diferentes situaciones violatorias de derechos.
Algunos de los consejos que se brindan en la nueva campaña que se dan para la convivencia sana de todos los integrantes de las familias son:
• Pasar más tiempo de calidad juntos y menos en la Internet
• Crear una rutina con actividad física y mental que incluya estudio, juegos y música
• Construir en conjunto reglas de convivencia
• Educar en forma positiva reconociendo el cumplimiento de lo acordado
• Y calmarse, escuchar, conversar, explicar y llegar a acuerdos
“Quedarse en casa es una medida que conlleva un distanciamiento social o físico al que debemos prestarle cuidado por el impacto que podría tener en nuestros niños, niñas y adolescentes, si no se toman además otras medidas que mitiguen eventuales repercusiones”, indicó la Ministra de la Niñez y la Adolescencia y Presidenta Ejecutiva del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Gladys Jiménez Arias.
Agregó que “otra condicionante, es que se comparte el espacio físico, durante todo el día con más personas que antes estaban trabajando o estudiando; y sin que se cuente con las condiciones físicas, materiales para una adecuada y extendida convivencia. En cualquier ambiente, pero en este en particular, si no adoptamos otras medidas, pueden ser lugares con condiciones que potencien accidentes, situaciones de negligencia, maltrato, abuso o cualquier otra manifestación de violencia”.
Por su parte, Gordon Jonathan Lewis, representante de UNICEF en Costa Rica, indicó que “con esta novedosa, importante y necesaria campaña queremos darles consejos prácticos para que sigan aprendiendo juntos en casa, disfrutando del tiempo en familia y ante todo proteger a nuestra niñez contra toda forma de violencia”.
En este contexto, el PANI en conjunto con el Ministerio de Salud, la Red Nacional de Cuido y Desarrollo Infantil (REDCUDI) y con el apoyo del Sistema de Naciones Unidas, mediante la cooperación de UNICEF, presenta la segunda fase de la campaña.
“Esponjitas” es una campaña de comunicación dirigida a las familias, que se enfoca en tres grandes ejes: prevención de la propagación del COVID-19, la protección de la niñez ante las diferentes formas de violencia y el aprendizaje en casa realizando actividades lúdico-recreativas.
Esta campaña se enmarca en la iniciativa impulsada por UNICEF en América Latina denominada Aprendo en Casa.
En Costa Rica hay más de 1.400.000 niños y adolescentes, que representan el 28% de la población, de los cuales el 49 % ha sido víctima de algún tipo de violencia al menos una vez en su vida, según datos de la Encuesta Mujer, Niñez y Adolescencia (EMNA, 2018), del Instituto de Estadística y Censos (INEC), con apoyo del Ministerio de Salud y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Datos del PANI, indican que en los primeros cuatro meses del 2020 se han reportado 29.573 (7393 promedio mensual) de situaciones de vulnerabilidad de niños, niñas y personas adolescentes.
En esta misma línea, datos del Hospital de Niños indican que entre enero y marzo del 2020 se han atendido 342 personas menores de edad por situaciones de violencia vinculadas también a negligencia, violencia emocional y el abuso sexual.
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